lunes, 4 de septiembre de 2017

Fugazzeta Rellena Integral

Ingredientes:

3 tazas de harina integral
25 grs. de levadura fresca
1 taza y media de agua tibia
Media cucharita de azúcar
Aceite de oliva
Queso tipo gallego o fresco argentino, unos 300 grs. 
3 cebollas grandes o 4 medianas
Un par de cucharas de queso parmesano o similar
Orégano y ají molido

Método

Calentamos el agua, que debe estar tibia, porque si está muy caliente matamos la levadura, y diluimos en una taza y media de agua los 25 gramos de levadura. Le agregamos la media cucharadita de azúcar y la dejamos reposar unos minutos hasta que vemos que comenzó a fermentar (se hace un poco de espuma arriba).

Ponemos las tres tazas de harina en un boll y agregamos el agua con la levadura ya fermentada. Vamos incorporando la harina y el agua con una cuchara de madera, y cuando comienza a tomar consistencia de masa, seguimos con nuestras manos, que aceitamos un poco para que nos se nos pegue la masa. Cuando tenemos la masa homogénea, agregamos otro poquito de aceite para que no se pegue al boll, que tapamos con una repasador/paño de cocina, y dejamos reposar para que comience a levar. A la media hora, u hora mejor, la masa ya tuvo que haber crecido mucho. Volvemos a amasarla y la dejamos nuevamente reposar. Esto lo debemos repetir por lo menos una vez más. 

Después del segundo (o tercer) amasado, cortamos un cuarto de la masa y reservamos. El resto (los otros tres cuartos) lo extendemos en una pizzera. No importa si o la cubre toda, porque volverá a levar en un cuarto de hora, aproximadamente, y podremos cubrir toda la pizzera. 

Mientras se leva la masa, podemos preparar las cebollas, que cortaremos en juliana o en medio aros, y freíremos con muy poca cantidad de aceite, hasta que comiencen a tomar color. 

Pasados los quince minutos de haber puesto la masa sobre la pizzera, la extendemos para que la cubra completamente, y colocamos sobre ella el queso. Debe ser un queso que se derrita bien, yo uso uno gallego, pero puede ser cualquier otro que nos guste. Pueden ser unos 300 grs. o más, según nos guste...

Estiramos con el palote el resto de la masa, y colocamos sobre la que tenemos cubierta con el queso. Es bueno mojar un poco los bordes de la masa de abajo para que se peguen las dos. Cubrimos la masa con la cebolla, espolvoreamos con el orégano, el ají molido, y el queso parmesano rallado fino, como para la pasta. 

Metemos en el horno a temperatura alta y dejamos hasta que esté cocida por abajo y comiencen a dorarse las cebollas y el queso parmesano. El tiempo depende de la temperatura que llegue el horno. Retiramos y servimos inmediatamente, o dejamos reposar unos 5 o 10 minutos para que el queso de dentro no nos calcine el paladar... 

Y ya está, ahora solo queda disfrutar!


Consejos:

El secreto para que la masa leve bien es el calor y la humedad, por lo que si no hace calor, es bueno encender el horno en la cocina para que ayude a levar la masa. 

Se pude usar harina blanca también, o una mezcla de las dos.

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