Hola, amigas:
Hace ya un tiempo que varias de vosotras me venís pidiendo que comparta mis recetas. De momento venía haciéndolo en un trozo de papel, o por correo electrónico, hasta que hace poco una amiga, experta en informática, me enseñó a usar esta herramienta maravillosa que se llama "blog", y aquí estoy, lista para compartir mis habilidades culinarias con vosotras, y con el resto del mundo.
Antes de empezar quiero pedir disculpas a mis amigas vegetarianas y veganas, porque muchas de las recetas que aparecerán aquí son a base de carne. Espero que esto no las ofenda, y que no dejen de leerme, ya que también publicaré muchas recetas vegetarianas, e incluso en estas intentaré proporcionar opciones veganas.
Dicho esto, hoy voy a comenzar con un menú completo: carne y patatas asadas.
Para mis amigas argentinas, aclaro que un asado, en este caso, no es lo que en España llamamos barbacoa, o sea, la carne cocinada a la parrilla; sino que hablamos de carne horneada.
Esta es una receta que aprendí cuando vivía en Inglaterra, pero un asado tradicional inglés no es solamente la carne (que puede ser de res, cerdo, cordero, e incluso pavo, capón o pavo) y las patatas, si no que debe estar acompañado de alguna o algunas verduras, y los tradicionales Yorkshire Puddings, que dejaré para otra entrada.
Una vez finalizado el tiempo de cocción, retiramos la carne del horno y de la asadera, la colocamos en un plato que tenemos previamente recalentado (sobre el horno,por ejemplo), la envolvemos con aluminio, y la colocamos en un sito tibio para que no se enfríe demasiado. La dejamos reposar al menos 20 minutos antes de cortarla.
Antes de empezar quiero pedir disculpas a mis amigas vegetarianas y veganas, porque muchas de las recetas que aparecerán aquí son a base de carne. Espero que esto no las ofenda, y que no dejen de leerme, ya que también publicaré muchas recetas vegetarianas, e incluso en estas intentaré proporcionar opciones veganas.
Dicho esto, hoy voy a comenzar con un menú completo: carne y patatas asadas.
Asado tradicional inglés completo, con Yorkshire Puddings incluidos, que preparé para la comida de Reyes. |
Para mis amigas argentinas, aclaro que un asado, en este caso, no es lo que en España llamamos barbacoa, o sea, la carne cocinada a la parrilla; sino que hablamos de carne horneada.
Esta es una receta que aprendí cuando vivía en Inglaterra, pero un asado tradicional inglés no es solamente la carne (que puede ser de res, cerdo, cordero, e incluso pavo, capón o pavo) y las patatas, si no que debe estar acompañado de alguna o algunas verduras, y los tradicionales Yorkshire Puddings, que dejaré para otra entrada.
La carne:
En este caso voy a explicaros como preparar un trozo de lomo alto de añojo, sin hueso, que es mi corte favorito, aunque las instrucciones se pueden utilizar para otros cortes, como un redondo, por ejemplo, aunque es un corte que si bien es muy sabroso y tierno, puede resultar un poco seco.
Lomo alto sin hueso |
En primer lugar es muy importante retirar la carne de la nevera unas dos o tres horas antes de comenzar a asarla, para que esté a temperatura ambiente. Por supuesto que si se trata de un día de mucho calor, el tiempo deberá ser menor... aunque dudo que alguien se ponga a hacer un asado en pleno verano. Si la carne viene envasada en un paquete al vacío, de plástico, o cualquier otro tipo de envase, al sacarla de la nevera lo mejor es también sacarla del envase y envolverla en una paño de cocina, para que quede bien seca antes de meterla en el horno.
Precalentamos el horno a 240º. Justo antes de meter la carne en el horno, nos ponemos un poco de aceite de oliva en las manos y embadurnamos la carne. Luego la sazonamos con pimienta, preferentemente negra y recién molida. Si queremos podemos también ponerle alguna otra u otras hierbas, como orégano, romero, mejorana, tomillo, etc. (eso depende del gusto, ¿vio?). Acto seguido ponemos la carne en una asadera, que puede ser metálica, de cristal (pyrex o similar), o una cazuela de barro. La dejamos cocinar a esa temperatura por 20 minutos. Pasado este tiempo, bajamos la temperatura del horno a 190º, y lo cocinamos 15 minutos por libra, o sea 450 gs. (acordaros que es una receta británica y por ende el sistema imperial). A este punto la carne estará poco hecha. Si nos gusta a punto, debemos dejarla cocinar 15 minutos más, y si nos gusta bien hecha, 30. En caso de tratarse de un redondo, no recomiendo cocinarla este tiempo extra, ya que quedaría un poco o muy seca.
De tanto en tanto, sacamos la carne del horno y la regamos con su propio jugo. Nuevamente, si se trata de un redondo o similar, es probable que no tengamos mucho jugo para regarlo, ya que la carne es muy magra y el jugo es producto de la grasa que se cocina y derrite.
Una vez finalizado el tiempo de cocción, retiramos la carne del horno y de la asadera, la colocamos en un plato que tenemos previamente recalentado (sobre el horno,por ejemplo), la envolvemos con aluminio, y la colocamos en un sito tibio para que no se enfríe demasiado. La dejamos reposar al menos 20 minutos antes de cortarla.
El corte de la carne también es un poco al gusto. En general se corta en lonchas bastante finas, aunque a algunas nos gusta un poco más gordas. ¡Es importante tener un buen cuchillo y afilarlo bien antes de comenzar a cortar!
Las patatas:
Hay muchísimas formas de asar patatas, por supuesto; pero hoy les voy a contar como las hacen en Inglaterra, y la verdad que quedan tan ricas, que una no puede parar de comer.
Lo primero, claro, es pelar las patatas y cortarlas en tamaños lo más homogéneos posible. Esto es importante si queremos que salgan todas más o menos igual, ya que en caso contrario tendremos algunas un poco más doradas y crocantes que otras, lo cual no es un problema si a las comensales les gustan con distintas consistencias.
Una vez peladas, cortadas y lavadas, la ponemos en una olla con agua. Aunque las preparemos con anticipación es muy importante dejarlas en agua, ya que en caso contrario comienzan a ponerse negras. Ponemos la olla en el fuego y las dejamos hervir de unos 5 a 10 minutos. Al mismo tiempo de poner las patatas en el fuego, en un horno precalentado a su máxima temperatura, metemos una asadera con abundante aceite de girasol, o similar (un aceite que resista altas temperaturas, de freír, vamos; ¡nunca aceite de oliva!). Cuando digo abundante me refiero a que cubra toda la asadera más o menos medio centímetro.
Una vez peladas, cortadas y lavadas, la ponemos en una olla con agua. Aunque las preparemos con anticipación es muy importante dejarlas en agua, ya que en caso contrario comienzan a ponerse negras. Ponemos la olla en el fuego y las dejamos hervir de unos 5 a 10 minutos. Al mismo tiempo de poner las patatas en el fuego, en un horno precalentado a su máxima temperatura, metemos una asadera con abundante aceite de girasol, o similar (un aceite que resista altas temperaturas, de freír, vamos; ¡nunca aceite de oliva!). Cuando digo abundante me refiero a que cubra toda la asadera más o menos medio centímetro.
Ahora viene la pregunta de rigor: ¿cómo hago para poner el horno a máxima temperatura si tengo la carne que debe estar a 190º? En mi caso, utilizo dos hornos: uno eléctrico, en el que se puede graduar la temperatura fácilmente, para la carne; y uno a gas cuya temperatura varía entre apagado y el infierno, para las patatas. En caso de no disponer de dos hornos, cosa que es lo más habitual, deberíamos esperar a sacar la carne para subir la temperatura del horno. En ese caso, como la carne se enfriaría mientras se cocinan las patatas, una vez cortada la podemos poner un par de minutos en el microondas, o en el horno con las patatas en los últimos minutos de su cocción. Pero ojo, ¡no sobre cocinar la carne!
Pasado los minutos de hervor, apagamos el fuego, y descartamos el agua (¡con MUCHO CUIDADO ya que está hirviendo!). Lo que yo hago es destapar un poco la olla y echar el agua con cuidado de que no se caigan las patatas.
Cuando hemos descartado toda el agua, tapamos bien la olla y la agitamos para que los bordes de las patas se deshagan un poco. Aquí hay que tener cuidado también: si las hemos hervido mucho, no debemos golpearlas mucho porque acabaríamos con un puré. Lo mejor es ir de a poco e ir abriendo la olla para ver como van quedando.
La idea es que las patatas queden porosas para que el aceite penetre un poco y queden bien doradas y crocantes.
Ahora retiramos con MUCHO CUIDADO la asadera con el aceite, que para ese momento estará MUY CALIENTE, y con una espumadera colocamos las patatas. Nuevamente CUIDADO, ya que el aceite puede saltar.
Colocamos la asadera con las patatas en el horno y las dejamos unos 20 minutos. En este punto os recomiendo que lavéis la olla y su tapa, porque los restos de patatas son fáciles de sacar ahora, pero una vez que se enfrían se pegan de una forma que es mucho más difícil de quitar.
Pasados los 20 minutos, las sacamos y las damos vuelta, si vemos que ya está doradas por debajo. De aquí en más el tiempo de cocción depende de cuan doradas y crocantes queremos las patatas, y de la temperatura que alcance nuestro horno, pero siempre teniendo cuidado de que no empiecen a quemarse.
Cuando las patatas estás al punto que nos gustan, las retiramos con una espumadera y las colocamos en un bol, previamente precalentado (sobre el horno, por ejemplo), con papel de cocina, para que absorba los restos de aceite, y servimos inmediatamente (esto es muy importante porque una vez fuera del horno, así como se van enfriando, las patatas comienza a ablandarse y a ponerse gomosas).
Ahora solo queda servir la carne, que hemos cortado durante los últimos minutos de cocción de la patatas, con estas, y una guarnición de verduras, que pueden ser las que más nos gusten. En Inglaterra es muy común servir guisantes hervidos, y en ocasiones especiales, como en la cena de Navidad, coles de bruselas, que pueden estar hervidas o hechas al vapor. Pero se puede servir cualquier verdura que nos guste, como broccoli, coliflor, zanahorias, etc.
Y ahora a disfrutar con un vinito tinto.
Cuando hemos descartado toda el agua, tapamos bien la olla y la agitamos para que los bordes de las patas se deshagan un poco. Aquí hay que tener cuidado también: si las hemos hervido mucho, no debemos golpearlas mucho porque acabaríamos con un puré. Lo mejor es ir de a poco e ir abriendo la olla para ver como van quedando.
La idea es que las patatas queden porosas para que el aceite penetre un poco y queden bien doradas y crocantes.
Ahora retiramos con MUCHO CUIDADO la asadera con el aceite, que para ese momento estará MUY CALIENTE, y con una espumadera colocamos las patatas. Nuevamente CUIDADO, ya que el aceite puede saltar.
Colocamos la asadera con las patatas en el horno y las dejamos unos 20 minutos. En este punto os recomiendo que lavéis la olla y su tapa, porque los restos de patatas son fáciles de sacar ahora, pero una vez que se enfrían se pegan de una forma que es mucho más difícil de quitar.
Pasados los 20 minutos, las sacamos y las damos vuelta, si vemos que ya está doradas por debajo. De aquí en más el tiempo de cocción depende de cuan doradas y crocantes queremos las patatas, y de la temperatura que alcance nuestro horno, pero siempre teniendo cuidado de que no empiecen a quemarse.
Cuando las patatas estás al punto que nos gustan, las retiramos con una espumadera y las colocamos en un bol, previamente precalentado (sobre el horno, por ejemplo), con papel de cocina, para que absorba los restos de aceite, y servimos inmediatamente (esto es muy importante porque una vez fuera del horno, así como se van enfriando, las patatas comienza a ablandarse y a ponerse gomosas).
Ahora solo queda servir la carne, que hemos cortado durante los últimos minutos de cocción de la patatas, con estas, y una guarnición de verduras, que pueden ser las que más nos gusten. En Inglaterra es muy común servir guisantes hervidos, y en ocasiones especiales, como en la cena de Navidad, coles de bruselas, que pueden estar hervidas o hechas al vapor. Pero se puede servir cualquier verdura que nos guste, como broccoli, coliflor, zanahorias, etc.
Y ahora a disfrutar con un vinito tinto.
¡Qué aproveche!
Cualquier duda o pregunta, por favor, utilizar los comentarios.
Un agradecimiento especial a Molly, quien hace un tiempo me enseñó a hacer las patatas, y por las fotos.
Cualquier duda o pregunta, por favor, utilizar los comentarios.
Un apunte: puedo preguntar si usas el femenino en plan femenista? O lo usas en plan sexista?
ResponderEliminarHola, cariño:
ResponderEliminarUso el femenino porque soy mujer y feminista.
Cuéntame cuando hayas probado mi asado.
Besos.
Genial! Es una alegria añadida al sabor de tus platos.
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